viernes, diciembre 12, 2008

Casi dos años en Tequila

Ya casi son dos años. Un día, sentado en la redacción de El Informador, me di cuenta de que ya tenía tiempo con el ego en el cielo y de que además, me estaba quedando en lo mismo. Entonces decidí levantar el teléfono para preguntarle a Alicia si aún había espacio en la administración de Tequila que estaba por entrar. Conocí a Guillermo, mi jefe, y me latió la idea. Así llegué.
Dejé muchas cosas atrás: Pingo, el Festín de los Muñecos, FIL, mis amigos, mi familia. Y aunque Tequila queda a una hora de Guadalajara, podrían sorprenderse de lo diferente que es todo. Acá, la vida se entiende distinto. Las tres campanadas de las 9:00 de la noche, en las que todo el que escucha se detiene para voltear a la iglesia y recibir la bendición, me parece la muestra más significativa.
Llegué acá con el ánimo de vivir un cambio, la transformación de un sitio que comenzaba a crecer y no me equivoqué. Pero ese desarrollo lleva a una crisis de mentalidad, donde la apertura se debe dar y donde las tradiciones se deben afianzan a la vez. También, me quedó claro que cuando las personas decidimos irnos de un lugar, no es posible que dejemos nuestros problemas atrás. Desde hace tiempo digo que cuando nos vamos, nos llevamos a nosotros mismos. Y de esta manera, nos llevamos todas las broncas.
Acá me enamoré, me decepcioné, en cualquier momento regresaron los mismos problemas que en Guadalajara, pero la diferencia radica en que acá mismo decidí cambiar la historia, trabajar en mi persona y admitir que necesito ayuda para no caer en el mismo hoyo de nuevo, para romper un patrón que me lleva a lo mismo. Hay avances.
A nivel profesional, volví a comenzar, tuve miedo, la regué (lo sigo haciendo) y de alguna manera, me he hecho de más caracter. Hoy me siento orgulloso de mi trabajo, aunque no sea todavía como me gustaría.
De Tequila siempre me llevaré a los grandes amigos. A la gente que está conmigo, a mis tres familias adoptivas: los Cerrillos, los Aguirre y los Ramos, el agradecimiento infinito a Alicia por haberme traido y la gran admiración que le tengo a Guillermo, mi jefe. Hay una lista enorme, gente que entra en mi corazón pero que por salud debe salir (gracias a la Dra. Raquel), compañeros, amigos, conocidos y, acá sentí por primera vez lo que es tener enemigos.
Creo que regresaré a Guadalajara en un año, al término de la administración. Todavía no sé que sigue, bueno sí, la vida.

lunes, noviembre 10, 2008

"ARRRROOOZZZ"

"Es cuestión de actitud". Esa frase la he escuchado últimamente y con frecuencia. La actitud, según entiendo, tiene qué ver con la seguridad en uno mismo, aunque para la Real Academia, es una: "Manifestada disposición del ánimo". Osea que eres como te sientes.

También recuerdo a Jean Baudrillard en su libro "De la seducción", donde habla de la importancia de este ejercicio y del sitio natural que todos ocupamos en él, donde un negativo y un positivo crean una armonía.

Hace poco subí una foto a mi msn. Me la tomó Norma en un paseo que hicimos a la sierra con mis compañeros de trabajo. Realmente estaba agusto, disfrutando de las montañas, de las nubes, del olor, recordando mis días de campamento. Mucha gente coincide en que me veo bien allí, y claro que es un reflejo de cómo me sentía. Supongo que aparezco con actitud (y eso que no me bañé).

Esto me pone a pensar en hombres que admiro precisamente por eso, por su actitud, desde Jude Law en "Alfie" (película de cabecera), hasta Humprey Bogart o Mauricio Garcés, galánes de época que no son precisamente los más agraciados físicamente. También me recuerda a conocidos que son feos, feos como patearle en los huevos a un santo (no digo parejas de quiénes para que no se sientan mal) y que aún así, tienen la fortuna de ser codiciados.

Va un homenaje de mi parte a estos tipos y para mis amigas que me honran con su lectura, va un posible taco de ojo (según sus gustos).

Compas, tenemos mucho qué aprender de estos maestros.

*Norma. Mil gracias por la foto.

viernes, octubre 24, 2008

Contemplación


Dejé un momento a todos mis compañeros mientras conversaban, muy animados, después de comer. Decidí caminar solo, disfrutar del aire del bosque, escuchar el sonido de los robles, subir a un cerro, encontrar un claro, sentarme en una roca plana, mirar desde allí la sierra que está en la parte Norte de Tequila. Allí, contemplé, un paisaje inmenso, al sol caer, montañas, nubes, luz, mucha luz... Me vi.

jueves, octubre 23, 2008

Compañía


Esta mañana me levanté a las 6. Temprano. Tenía que sentarme a terminar una presentación que me encargaron del trabajo y redescubrí la nitidez con que podemos pensar a esa hora, después de bañarnos, claro. Durante las pausas del trabajo ponía ropa en la lavadora, planchaba, en fin, hice cosas. Sentí que sería un buen día. Luego de rasurado, peinado y de vestirme con un pantalón negro y una camisa tipo guayabera azul cielo, me miré al espejo... Nada mal. Entonces me calcé mis zapatos y metí en las bolsas del pantalón mi cartera, mi celular, 30 pesos en monedas de a 5 y las llaves... En ese momento vi en un vaso donde tengo plumas y lápices (de esos que tengo repartidos en toda la casa) un llavero de madera con la imagen de Pinocho. No sé por qué, me nacieron muchas ganas de traerlo cargando. Quité el de plata que usaba y puse al berrunchudo este, entre los objetos que cargo a todas partes. Creo que empiezo a disfrutar de nuevo la compañía.

martes, agosto 26, 2008

De disfraces para Zuly



La idea era buena: una fiesta de disfraces donde también los papás de los niños fueran vestidos de algún personaje. Así decidieron que fuera el cumple número 2 de mi sobrina Zuleika. Así lo aceptamos muchos. Días antes pensé en cómo debería ir. Le di vueltas a mi cabeza hasta que una tarde antes decidí que iría de pirata. Algo sencillo, donde no gastaría y divertido, tomando en cuenta que los niños ya están acostumbrados a Jack Sparrow y al pirata de Bob Esponja. Me puse mi parche en el ojo, una camiseta sin mangas de los Perros del Mal, un paliacate en la cabeza y "yojoi, yojoi". Dese luego, no podian faltar unas peliculas pirata de esas que venden acá en Tequila.

La fiesta fue divertida también para los adultos. Rica comida, rico pastel, piñatas de hongo y cosas así, y Zuly vestida de hada. Se veía hermosa. Eso sí, muy seria, muy seria, jeje. Estuve muy contento de estar allí, y de ver a mis amigos, mis primos, gente como Dany y Rosi que no veía hace tiempo, o como Paola.

Además, tuve chance de ponerme a colorear con acuarelas, al lado de mis sobrinos, vi a Grettel, a Acalli, a mis hermanos, a mis papás... En fin.

Hace muchos años imaginamos esto: nosotros, más grandes, con hijos. Bueno, yo aún no, pero me gusta ver que la familia crece y crece.

Feliz cumple Zuly. Gracias Yolis y Hugo, por estas ideas.

*En la foto de arriba, Zuly pintando. En la de abajo, Hugo disfrazado de ¿naipe?, Yo con mi diente de fierro y un tatuaje de Patricio, Chino de monje, y Ricardo de él mismo.

sábado, agosto 16, 2008

Lili se gradúa



Cuando nació no la quise ver. Ella lo sabe, se lo confesé hace tiempo y mi mamá lo recuerda. Me parecía que tres éramos suficientes (Hugo, César y yo) y que no debíamos ser más en la familia. Sin embargo, llegó y según entiendo con algo de sorpresa. A mi papá siempre le hizo ilusión tener una hija (supongo que algo así siento yo ahora), y en tres intentos aparecimos niños. Luego, apareció Lulú, una niña que llegó a la casa, más o menos de la edad de Hugo, y a quien tratamos muy mal, por cierto. Hace un par de años, mi mamá me contó que su intención era adoptarla y la regañé por no habernos explicado. "Estaban muy chicos. Pensamos que no entenderían", me dijo. Y más me molesté con ella, porque pienso que de alguna manera habríamos aceptado a Lulú, aunque después se la llevó su mamá biológica. Nunca imaginé en la posibilidad de que le doliera a mi papá, hasta ahora. No sé dónde andará ella y qué hará... Que Dios la cuide.

Así, cuando llegó Lili a nuestras vidas, imagino que mi papá fue el más feliz. Como dije al inicio, no quería verla. Me parece que hasta que cumplió un mes, me acerqué a ella para abrazarla mientras lloraba. Yo también lloré y le pedí que me perdonara. Años después lo hizo. Ella adoptó los nombres de mis dos abuelas: Lidia Magdalena. Siempre me parecieron nombres hermosos.

Ayer asistí a su fiesta de graduación. Lili, mi flaca, terminó su carrera de psicología y es una mujer linda, inteligente, risueña y con mucho carácter. Fue una graduación divertida, como muchas, donde sobre todo mi hermana se dedicó a disfrutar su momento al máximo y a lucir bellísima.

Allí comenté con César que cuando se trata de lucirse, mi papá lo ha hecho con Lili. Sus 15 años se convirtieron en una fiesta inolvidable por todos. A través de esa fiesta, la flais flais firulais hizo compadres a dos grandes amigos: a Beto y a mi padre. Esta vez, en "el vals del graduado" ella eligió a mi papá para bailar, en lugar de su novio. Me encanta que ella entienda lo que vale y significa para él. Ya se imaginarán, había de beber puro fino: Buchanans, Maestro Tequilero, Centenario, Azteca de Oro, piñas adornadas con carnes frías...

Hoy, mi hermana menor, a quien llevaba al jardín de niños, a quien acompañé en sus juntas de padres familia en la primaria y secundaria, quien más se parece a mí de mis hermanos; se ha convertido en mi confidente, en la persona a quien llamo cuando estoy desesperado, cuando me doy cuenta de lo solo que estoy. Ella es mi paz principal, mi sol en la vida, lo más hermoso que me han regalado Dios y mis padres.

Gracias, Lili, estoy orgulloso de ti y sé que serás muy buena como profesionista. Te admiro, mi flaquita, y sobre todo, te quiero mucho, mucho, mucho. Y sé que César y Hugo, también.

*Arriba: Lili brinda. Salú! Abajo: César, Lidia, Hugo y yo, esa vez sí nos bañamos todos. Más fotos en: http://panchofranciscorojas.hi5.com

lunes, agosto 11, 2008

Al cerro



Me tomé tres días a cuenta de vacaciones. Ese tiempo lo aproveché para saldar una cuenta pendiente que tenía desde que llegué a Tequila: acampar en el volcán.

Así fue como me puse las botas, llené la mochila de lo necesario, me compré una manga y un cuchillo y emprendí mi camino. La gente me miraba mientras pasaba, no faltó quién me diera ánimos y en la empinada subida caí en la cuenta de algo: ya no tengo 18 años. Sí, en efecto, resulta que me dolieron las rodillas, la espalda, los pies, algo que en mis tiempos de scout nunca sucedió. Recordé a Dani, quien nos decía entonces que lo que hacíamos nos lo iba a cobrar el cuerpo en algunos años. A mí, ya me cobró. Y eso que estoy más o menos en forma. Ya imagino si lo hubiera intentado el año pasado, antes de entrar al gimnasio. Ay de mí!

Mientras más me pesaba avanzar, reconocí que no podría subir todo el cerro, que lo dejaré como un reto pendiente y que era hora de encontrar un lugar. Así, luego de subir una lomita, de escuchar a los árboles de roble saludarme después de tanto tiempo y de seguir la ruta que me marcaron, llegué a un sitio pequeño, donde unas rocas me invitaron a descansar. Puse mi tienda, fui por leña, percibí un olor a zorrillo, puse la fogata y me recosté a contemplar el cielo, a pensar en lo que vivo y recordar a mi hermanos (alguien me dijo que era molesto encontrarse en una lista, pero no creo que sea tan malo): al Gurru, Amorcito, Tito, Mario, el Primo, Chino, Fer, Henrys, y muchos otros que me acompañaron en tantas caminatas. Pensaba en el ETTAH que se hizo en Tequila y ya que oscureció escuché el sonido de las hojas, imaginé un animal, volteé y allí estaban dos zorrillos, a 3 metros de mí. Me moví sigilosamente para verlos y no espantarlos ni recibir su ataque oloroso y decidí convivir con ellos mientras se sintieran bien. Cuando hice la fogata, se fueron.

Entonces bebí el mejor café que he probado en años, me hice unos plátanos, un dulce de manzana y me fui a dormir. Rico. Muy rico. No cabe duda que recuperar ciertos momentos, es increíble.

De regreso, en casa, me dolía todo. No, no soy el mismo, pero recordé cuál es mi origen y me reencontré con Dios.

martes, julio 29, 2008

La princesa que nunca se fue



A Jorge y a Cynthia los conocí por asuntos de trabajo. Hace ya varios años. Cuando recién iniciaban el proyecto de Divercine (un festival internacional de cine para niños), los entrevisté y coincidimos en muchos conceptos relacionados con la cultura infantil. Me parece que nació una relación linda a partir de la admiración mutua.
Ingresar a su mundo se dio poco a poco, con un proceso lindo y natural, hasta que nos hicimos muy amigos. Considero a Jorge Triana como un hermano mayor al que puedo recurrir cada que necesito un regaño o guardar la calma y con Cynthia comparto esa pasión por el cotilleo de la Guadalajara cultural. Ambos son excepcionales para mí.
En algun periodo, cuando tristeaba en mi casa de avenida Niños Héroes, iban a rescatarme, hacían que me visitiera para salir a tomarnos unas chelas y a salir de las depres que tenía. Les debo mucho.
Hace un año, más o menos, me contaron de su decisión de adoptar una niña. Me emocioné mucho, y confieso que fue hasta las lágrimas. Fueron discretos con esa noticia, pues tenían tiempo haciendo los trámites necesarios, y cuando vieron que la posibilidad era latente, me lo informaron. Antes, en algun post que aparece en este mismo blog, platiqué de la felicidad que me compartieron.
Tiempo después llegó Matilda. "Es la princesa que nunca se fue", dice Triana, a quien admiro aún más al ver lo amoroso que es como padre y me conmueve muchísimo la preocupación de Cynthia por ser buena mamá. Estoy seguro de que lo es ya, si partimos de esa preocupación natural. ASí me permití contactarlos con Mari (Campanita), una amiga a quien adoro y que vivió un proceso parecido, para que vaya acompañándolos a distancia, desde Puebla. Ella accedió encantada.
Matilda ha llegado a darnos luz y lo ha hecho con su luz propia, esa que la hace ir y volver, que la hace (a sus dos meses de edad) sobreponerse a las circunstancias para regresarnos la esperanza.
Todos los días le pido a Dios por ella, porque siga mucho tiempo con nosotros y porque me de la oportunidad de jugar con ella, llevarla a pasear, enseñarle cosas, reirnos mucho...
Además, esta pareja tuvo el acierto de ponerle Matilda en honor a la novela de Roald Dahl, a esa niña inteligente y linda de la que habla y que Danny Devito dirige en una película que considero ente las mejores que he visto para niños.
Hace muchos años me imaginé teniendo una niña a la que nombraría Valeria o Matilda. Valeria la tienen Mari y el Tuzo, y a Matilda la tienen Triana y Cynthia. Ambas, llegaron por medio de la adopción, por dos pares de padres amorosos y lo curioso es que jamás les comenté que así me gustaría llamar a mi hija. Hoy decidí que mejor busco otro nombre, porque el destino es así, las pensé para mí y las entregaron a personas que amo.
Que lástima que no pueda adoptar siendo soltero... En fin, está decidido que si a los 35 sigo solo, le pediré a una amiga que quiera mucho que sea mamá de mi hijo(a).

*En las fotos, la mayor es Valeria con "Bafa" que no suelta para nada y la bebé es Matilda, un poco sorprendida de verle la cara a quien lee este post, jajaja. Cortesía de sus papás.

lunes, julio 07, 2008

Fiestas de las que extraño de Guanatos



Entré a mi Hi5 y encontré el aviso de que Paula cumplía años este lunes, me invitó a su fiesta y me dijo que me tocaba el tequila, así que lo llevé. Aproveché la visita que le hice a mis familia y decidí ir. Hace tiempo que no asistía a una fiesta de este tipo.
Para comenzar, les explico que Paula toca el cello en la Orquesta Sinfónica de Zapopan, es maestra normalista y lleva conciertos a las escuelas con una orquestita de cámara, donde interpreta música formal pero de esa que escuchamos en las caricaturas y, obvio, de CriCri. Hace tiempo la vi en acción y me fascinó. A ella la conocí en mis épocas de Radio UdeG, tiempo en el que andaba con un tipo medio patán y en el que aseguraba yo, pocas veces había visto a una mujer tan linda. Lo sigo pensando. Sí, ya sé que me oyen decir cosas así de vez en vez, pero de verdad, hace rato que soy un poco más selectivo. Paula es una de esas mujeres que con los años se ponen más atractivas, y hace como dos que la reencontré, hice mi luchita con ella. De verdad me latía en serio, pero yo a ella no y ya no recuerdo por qué. A lo mejor tiene qué ver que mientras ella escuchaba a Bach, yo oìa a los Hermanos Martinez Gil. Eso me puso triste un rato y decidí perderme para que el tiempo sanara.
Verla de nuevo me causa mucha alegría. En su fiesta, donde por cierto yo no conocía más que a Vero, quien también toca en la Orquesta, había mucho músico. Casi todos le sabìan a algún instrumento y se pusieron a animar la fiesta. ¡Qué delicia! Lo pasé espléndido. De todos, me sorprendió Vero, quien es bajita, muy atractiva y tocaba un acordeòn enorme para ella. Qué ángel de mujer. Hizo la fiesta y cantó de todo... Entonces me di cuenta de que ambas, de 31 y 29, siguen solteritas por la vida. No entiendo cómo ni por qué, pero son el tipo de chicas que cualquiera querría para compartirlo todo.
Lo curioso de todo es que a lo largo de la fiesta, cuatro personas me dijeron que eran novios de Paula y màs de cuatro la miraban con una cara que daba risa. Me parece normal que tenga tantos fans. Ignoro si uno de ellos en realidad es su pareja, porque había chavos que la verdad están atractivos y talentosos, debo reconocer (a lo mejor por eso no me peló, jajaja), de esos de brazotes que les gustan a todas, desde músicos hasta atletas. No es para menos.
Disfruté mucho la fiesta, desde una anfitriona espléndida, hasta conocer mejor a Vero, sin olvidar a muchos otros que no recuerdo su nombre pero que me recibieron bien. Hace tiempo que no me acoplaba así y que no me divertía de esa manera. Sí, las fiestas de este tipo es algo de lo que extraño de Guadalajara.
* Fotos pirateadas del Hi5 de Paula. En una están ella y Vero haciendo de Las Jilguerillas o las Hermanas Huerta, y en la otra, ps yo con ella.

lunes, junio 23, 2008

Señales



Leer el mundo es útil. Si vemos que está nublado, nos preparamos para la lluvia, y esa es una de las lecturas más sencillas que podemos encontrar. Sin embargo, en ocasiones nos llegan señales. Éstas nos empiezan a rodear (como una serie de sucesos que se relacionan entre sí) y a nosotros nos corresponde encontrar en qué punto se unen para advertir algo que nos puede suceder.
Si llego al hospital en tres ocasiones por diferentes enfermeedades relacionadas con fumar, entonces debo pensar seriamente si lo dejo o no; si tengo colitis, gastritis y diario ando con molestias estomacales, además de que he engordado, entonces pensaré en la posibilidad de cambiar mis hábitos alimenticios... Y así la vida diaria, y así lo que a todos nos pasa.
De un tiempo para acá me encontré con una serie de "señales". Tuve una pelea; alrededor de mí han sucedido accidentes de carretera; hace tres semanas choqué con una vaca que, por fortuna, sólo destrozó el frente de mi auto; hace una semana perdí a una persona importantísima para mí por llegar tarde e ir tomado; dos días después, por la carretera comenzó a llover fortísimo y decidí regresarme de la libre para tomar la autopista que es más segura. En ese regreso, una camioneta me rebasó a toda velocidad cuando yo iba al pasito, con mis intermitentes y segundos después, quien me acababa de pasar salió de la carretera dando vueltas por el aire.
En todas estas partes aparece el factor alcohol. Sí, las mamás dicen: hijo, no tomes. Pero uno toma el comentario a mal y asegura que las tragedias sólo ocurren a los demás. ¿Qué más debe suceder, entonces, para que yo tome conciencia? No quiero ni pensar en el siguiente mensaje que me llegaría: perder a mi familia, perder partes de mi cuerpo, perderme yo.
Hugo Hiriart escribe en "Vivir y beber" acerca de estos problemas, donde asegura que nadie puede ayudar a quien tiene problemas con el alcohol, donde dice que es necesario perderlo todo y a todos, para entonces tomar acciones. En lo personal, no quiero que eso suceda.
El caso es que este fin me mantuve sobrio y además en Tequila, cosa que en sí ya es un logro. Y como dicen los hermanos de AA: "sólo por hoy", iré paso a paso.
Sé que todo esto me ayudará a ser mejor persona y me mantendrá mejor en todo lo que hago. Sé que esto también me hará más congruente con el modo de vida que deseo: ser buen escritor, ser buen padre, ser buen esposo. Pienso, entonces, que cada uno tenemos la oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida, que de nosotros depende y no de que en mi trabajo gane tanto o de que me ofrezcan esto o lo otro. Cada uno rema su propia canoa, como decía BP, a quien por cierto le perdí el respeto hace mucho pero con todo y eso tiene razón en muchas cosas.
Lo que sigue es lo siguiente, y así me voy, mirando adelante, siendo un tren a quien nadie detiene, siendo un hombre a quien nada ni nadie doblega, ni modo que no pueda, como me han enseñado mis maestros de la vida: papá, mamá, Chavakela, Dani, Gabi.
Hay tanta gente que cree en mí, que ya es hora de que yo lo haga.

*La foto es de internet, me recuerda las dos vacas que se me cruzaron en Amatitán. Sí, sí, estoy bien, ni un raspón, sólo se jodió el coche, porque la vaca se dio a la fuga como si nada.

viernes, junio 20, 2008

Contar con números


Hace tres meses quería escribir esto, pero preferí esperarme porque quería estar seguro de que no hablara de un simple antojo que me dura unos días y ya.
Como saben, me gusta contar cuentos. Me siento a escribir, hago letras, palabras, párrafos, narraciones, y hasta eso que tan pero tan malo no soy. Y siempre me gustó verme delgado, caminando por la ciudad, del centro a Tabachines en ocasiones y sobre todo, en un campamento mientras cargaba una mochila. Ese tiempo ya terminó, al menos cuando caminar era algo que me mantenía más o menos en forma, aunque de alguna manera, cuando vivía en mi segundo piso de Niños Héroes, prefería ir a pie a trabajar que en auto porque El Informador está en el centro y estacionarse es un infierno.
Llegué a Tequila y contra todo pronóstico, mi vida se volvió más sedentaria y comí y comí y comí mucho puerco, al grado que el puerco era yo. "Estás más repuestito, mijo", me decían. Y sí, cuando me di cuenta, dejé de ver el cinto mientras estaba de pie. Me salió una barriguita de casado sin los beneficios de estarlo, y al acostarme en la cama, de lado, veía como esa panza blanda se recostaba también. Pues sí, dejé de gustarme y al menor esfuerzo me empezaba a cansar.
Pocos me vieron así. Qué bueno.
Hace un par de días mi jefe me dijo que me veía más delgado. Se empezó a notar el trabajo de contar números. Sí. No recuerdo haber contado tantos números en mi vida desde que comencé a ir a un gimnasio. Ya sé, ya sé. La mayoría no me imagina levantando pesas, ni sentado en aparatos haciendo ejercicio, pero resulta que en Tequila, hay un sitio que me gustó para ir, donde el mamey mayor es buena gente y no está hostigando al usuario a que compre productos ni a que levante más de lo que se pueda.
Allí me encuentro con amigos y amigas con quienes platico de vez en vez y, bueno, lo confieso, me recreo la pupila en ocasiones, pero muy discimulado, eso sí.
Como decía, cuento números. "Haz cuatro series de diez". No sé, a veces pienso que los instructores ejercitan poco el cerebro y no saben contar hasta diez. Además, cuando escribe avisos en el pintarrón, "no me estraña que escriba azi".
Cuento, 10 veces levanto la pesa de 26 kilos para hacer brazo, en cuatro series, hacen en total 1,040 kilogramos, en un sólo ejercicio. Con esa misma pesa, levanto en 3 diferentes posiciones: 3,120 kilogramos, y apenas comienzo... Así, hago una hora de rutinas para brazo, espalda, pecho o pierna y cierro la última hora con abdomen, donde por cierto casi lloraba al inicio. 4 series de 10 en cada aparato, hacen un total de 120, DIARIO. Bueno, casi diario. En general 4 días a la semana.
Debo confesar que me siento bien. Mi intención no es ponerme mamey, aclaro, pero sí estar en forma como en mis años mozos. Así, la barriga ha desaparecido en 3 meses, todo ejercicio sale más fácil y han desaparecido esos problemas estomacales que últimamente me acosaban: gastritis, colitis y hasta hemorroides.
Parece moda eso del ejercicio, ¿verdad?, pero quienes me conocen saben que eso de seguir modas no se me da. Simplemente, ya coincido, en que se trata de salud. Llegando a los 33, ese aspecto se valora más. Eso no se consigue con cremas ni operaciones. Sentirse bien por dentro y la satisfacción de lograr resultados, llegan con el ejercicio.

*El de la foto no soy yo. Me han prohibido mostrarme porque luego despierto bajas pasiones y prefiero ser resposable.

domingo, mayo 11, 2008

33: la edad de Cristo


Digo cuántos cumplo y lo primero que dicen es: "la edad de Cristo". No sé cómo tomarlo, el caso es que este cumple me llegó más raro que los últimos que tanto disfruté. Como algunos saben, me tomo el día para reflexionar acerca de lo que ha sucedido en el año, en la vida, de lo que falta por hacer y me planteo metas.
Estos días han sido duros. No me gusta cómo llevo todo, me desespero, y veo que esto de vivir es una lucha constante conmigo mismo. Trabajo, familia, amigos, amores, todo tiene una lucha interior, se trata del dragón ese que San Jorge vence y que traemos dentro.
Últimamente me atormento, veo mis olvidos y reconozco la responsabilidad de tener mucho. Dicen que los que ganan más, gastan más. Yo tengo la enorme fortuna de la amistad y, por lo tanto, debo invertir más en ella, al grado que pareciera que quedo en deuda con todo mundo. Aprovecho, entonces, para agradecer el cariño de quienes me quieren y me consideran en sus recuerdos, en sus oraciones, en sus piensos, y ofrezco una disculpa si no los he podido atender como merecen. No sé qué de bueno he hecho en la vida para tenerlos cerca siempre, pero me parece que Dios y una misión que me impuso, tiene qué ver con todo esto. Gracias, también a ti.
Hace un par de días, alguien me dijo que no entiendo nada de la espiritualidad. Ese alguien asegura (por otra parte) que son pocos los amigos, y con esa pobreza no entiendo cómo asegura que es espiritual y que yo no, cada quién... En mi caso, tú que lees estas líneas y esas personas que siempre están, son parte de mi fortaleza, de mis ganas de crecer, de mantenerme de pie, como me dijo mi tío Miguel ayer: "con esa virilidad, con esa fuerza que te dan los principios que sé que tienes y de la que estamos orgullosos en tu familia (...) ninguno es perfecto, todos nos equivocamos y a pesar de eso, debemos seguir adelante". Gracias por ese regalo tan especial.
El de ayer fue un día difícil. Me pesó la edad. No me sucedía desde los 25. Supongo que son ciclos. Pero todo esto me hace comprometerme a ser mejor para quienes me rodean, me hace recordar que ante todo, soy un agente de cambio y que esa labor no es fácil, que debo cambiar, siempre, constantemente, para crecer y poder hacer que lo que está a mi alrededor cambie también (gracias Dani y Beto, por esa enseñanza). Caminar es mi actividad favorita, y tiene mucho qué ver con esto de los cambios.
Siento que los 32 me sirvieron para ser más adulto. Estoy aprendiendo a nadar entre la mierda de la política, sin convertirme en parte de ella, y siento en mi corazón algo de paz, una luz que tilita pero que ahí está, Rosi es otro de mis grandes regalos de este año.

Agradezco mucho a quienes me llamaron ayer: Norma Z, Cinthya , Mari (de Puebla), Carmen, Armando, Vania, Ana Baeza, Triana y Cynthia, Ana, Efraín (desde Alemania), Ana Medina, Sandra, Claudia Ruiz, Miri de la Torre, Lili Zamora, Ramsés, Lili mi flais, Ada, Gabi, Aimee, Martha, Maribel, Hugo, Karen, Farih,Claudia Luna, Fausto y Maggie (desde Chihuas), Gabi Gracia (de Monterrey), Betha, Gabi, Salamanca, Shirley, Fre, Tere, Miriam (gracias por levantarme, mi niña), Marce, Paula.
Los abrazos muy especiales son de: Rosi (por ese aroma que duró todo el día y me hizo fuerte para seguir), Memín, Valeria, mi mamá, mi papá, Lili (mi bordón), Hugo, César, Yolis, Pati, mi Grettel y Acalli, Alicia (de quien aprendo mucho), Juan Carlos y Blanca, Maribel, tío Miguel, mi primo Ricardo, mis primas Rosi y Claudia.
Las palabras son de: Miriam, Rosi, tío Miguel, Martha, Lilián (hasta sin saber), Parroquia de Santiago Apóstol, Mamá Bertha, mi abue Lila (+).

Con todo y cómo me siento, que debo entregar un informe impreso que aún no está y debo poner al tiro la página web que aún no está, y entregar muchas cosas, y pagar deudas, hay buenas noticias: he vuelto a escribir. No había atendido mi blog, pero tengo muuuucho material. Así que estén atentos y avisen a los demás que vuelvo a postear.
Además, con todo y que del trabajo me hicieron un "festejo" un poco raro, me pienso festejar el 17 acá en Tequila. Así que preparen garganta y ganas.

Vean mis fotos en: http://panchofranciscorojas.hi5.com

*En la foto, parto un pastelito y en el fondo está Juan Carlos.

sábado, marzo 08, 2008

Al fin comienza el taller


Me siento frío. Como saben muchos de ustedes, en Guadalajara llegué a tener hasta cinco trabajos al mismo tiempo. Y procuraba que una de ellos, al menos, estuviera relacionado con dar talleres a niños. Últimamente me siento más adolescente que niño, y la verdad hace mucho tiempo tengo ganas de trabajar con chavos de prepa -ya experimenté con los de secundaria y créanme que fue lo más difícil que he hecho en mi vida-. Además, hace rato que no me siento a escribir con la disciplina que se requiere. Así fue como trabajé durante mucho tiempo la idea de crear un taller de poesía en voz alta.
Sí, no se trata de nada nuevo. Juan José Arreola hizo fama de excelente lector en voz alta y él ya hacía talleres de esto. La idea es, trabajar con chavos de entre 15 y 18 años, para lograr un montaje con la calidad suficiente para presentarse en cualquier ciudad, donde ellos lean poesía con toda la irreverencia que se requiere. Además, el taller incluye una actividad al mes donde vamos a hacer poesía en acción, o lo que algunos llaman: actos poéticos, donde la gente de Tequila sea sorprendida por la palabra.
Como en todo proyecto nuevo, el miedo siempre está ahí, retando. Le di largas al asunto, hasta que un día tomé imágenes de obra de José Fors para unos cartelitos en tamaño carta donde invito a un taller experimental de poesía en voz alta, me conseguí una casa que es bar por las noches para darlo allí y con la intención de que fuera independiente de instituciones, y puse como fecha de inicio, este día, sábado 8 de marzo. El martes fui a la prepa y al CBTA, dejé cuatro en cada lugar y con eso era suficiente. La promoción debía ser discreta, sólo para observadores. Eso cuenta. No quiero mucha gente, quiero algo más o menos selectivo.
Se llegó el día. Pensé en la posibilidad de que no respondiera nadie a la invitación. En estas cosas hay que preparar el corazón. La Casa Rosbec estaba cerrada. Fui a casa del dueño, no había nadie, y decidí sentarme al pie de la puerta. Comencé a leer un libro y de repente, se apareció un chavo como de 17 años en una bici. "¿No han abierto?", que me dice. Y que le digo: "¿A qué venías?". Y que me dice: "A algo de poesía. Quería saber cómo era la onda". Se bajó de la bicicleta, se presentó como Ramsés y lo invité a sentarse. Entonces le expliqué de qué trata el taller mientras me interrumpía cada que pasaba una mujer por la calle. "Es que les estoy regalando una paleta por su día". Así me di cuenta de que llegó la persona indicada. Cuando bordé lo de la poesía en acción, se entusiasmó mucho. "Sí quiero venir", me dijo, y le pedí que invitara a alguien más. "Dos amigas. Seguro a ellas les va a gustar".
Ramsés es el último hijo de cinco hermanos. Su papá conduce trailer en el gringo y su mamá es intendente de una secundaria de aquí. El sistema funcionó. Buscaba a alguien observador y osado para el proyecto, y creo que encontré a la persona indicada.
Un asistente puede parecer mala noticia, casi fracaso, pero me entusiasmó mucho su interés, sus ganas de aportar. Yo pienso que el taller ya inició. A ver qué pasa el próximo sábado. Tengo muchas esperanzas de que esto crezca y según veo, será de manera muy naturalita, como me gusta.

* La imagen es de José Fors, y la utilicé para los carteles de invitación.

miércoles, febrero 06, 2008

El libro de la tarea


Saúl fue a la escuela. Un día antes, la maestra le encargó de tarea que llevara su libro favorito. Y su decisión se convirtió en una noticia muy especial para mí. Se decidió por "Cuentan de algunas letras" y me puso muy feliz eso. Lo imaginé con su libro adentro de una pequeña mochila de Spiderman con olor a sandwich de mermelada y plátano.
Hace unos meses, le regalé ese libro a Miriam para que se lo diera a él y se lo apropiara. Conociéndola, se sentó a leerle esas letras que ilustró Rocío Coffeen con toda la magia que sabe traer en el pincel. "Eres mi amigo favorito", le dice Miriam de vez en cuando, y de ese tipo de cercanía se hacen los buenos lectores. He leído, y creo por completo, que la afición a la lectura llega por los afectos. Así que, en la medida que una mamá como ella lea a su hijo y lo haga como un premio de su tiempo, los niños encontrarán en los libros un refugio.
Dice Miriam que prefiere éste y no el de "Se busca príncipe azul, pero diferente", porque es para niñas. También dice que ya le pidió que comprara las otras letras. Tendré qué hacer algo al respecto (por ejemplo, escribirlo).
Por lo pronto, insisto en lo que admiro, quiero y adoro a Miriam por el tipo de mujer y madre que es. Ojalá llegue a conocer a Saúl, otra de las personas que sin saberlo me animan a seguir en esto de las letras para niños.

*Saúl en la escolta de su escuela. Gracias por la foto Miriam.

Dicen que es... pero yo no me acuerdo


Hace unas semanas fuimos a Tuitán, una ranchería que se encuentra a poco más de dos horas de la cabecera municipal. Fuimos a inaugurar una plazoleta. Entonces, Alicia, Noé, Macario y otros más, aseguraron haber encontrado a mi hijo perdido. "Se parece mucho a ti", me decían. A mí no me parece así. Además, yo no recuerdo haber ido a este lugar (que por cierto está bonito), ni haberme involucrado con alguien de ahí. No me acuerdo, lo juro. No pasó nada. Pero dicen que la muestra está viva allá. ¿Tendré tanto alcance? Obvio, es el niño de la foto. ¿Verdad que no nos parecemos?

sábado, febrero 02, 2008

Vida complicada

Es sábado. Tuve una junta a las 9:00 y lo había olvidado hasta que me llamó por teléfono Maribel, a las 9:30, para recordarme. Una noche antes me fui con Vladimir a El Arenal, a sus fiestas. Por aquella plaza no se puede caminar, se escuchan bandas toda la noche, mariachis en algunos lugares (a estos los prefieren los adultos), y cada grupo de jóvenes se pone a beber de pie, en cualquier lugar, con una bolsa de hielo, dos botellas de tequila, coca y agua mineral al centro. Uno de ellos es quien paga a los músicos y las parejas, de ese grupo de amigos, bailan. Creo que los únicos discos que he comprado de banda, es uno de Antonio Aguilar y otro de Joan Sebastian. En la radio, una banda no tiene nada qué ver con lo que sucede en la plaza de un pueblo. Acá, eso se vive. Justo hace un año, fui a ese mismo lugar, acompañado por Maribel (quien se ha convertido en una de mis mejores amigas) y desde entonces, me queda claro que no hay nada así en Guadalajara. Las muchachas visten lo mejor que tienen para no repetir modelo en los 9 días de fiesta. Sí, 9 días. Ellos, visten fashion también, con camisas vaqueras de manga corta, pantalones Wrangler, botas limpísimas y sombreros de las más equis posibles. Quienes aún estudian, van a la escuela al siguiente día con mucho sueño, con la resaca de la noche anterior, con dos horas dormidas. No dicen nada los profesores. Esto es parte de la cultura que se vive por acá. Las terrazas están a tope. En ellas, la gente también bebe, todos beben. Todos están en la fiesta. Lo mismo sucede en Amatitán, Magdalena y Tequila. Me dicen que lo mismo pasa en Etzatlán (a donde me han recomendado mucho ir), Hostotipaquillo, Ahualulco y Tala. Sí, mucha fiesta. Con ésta, inicia el año. Pegadita está la de Amatitán y al mismo tiempo la de El Salvador (en la sierra). Allá, por cierto, "debo" ir, porque mi jefe es nativo y nos ordenó que debíamos estar en la peregrinación que le toca al Ayuntamiento. "La más gente posible", dijo. "Ai'quir. No falte usté. Ahi dice", dijo El Piporro en "Ahi viene Martín Corona". Ni modo. Dicen que estará la Banda Astilleros, y dicen también que bajarán de todas las rancherías. ¿Qué hago con mi vida? Me parece que sólo me queda disfrutarlo. "Ni hablar mujer, trais puñal". Luego sigue un descansito, luego las fiestas del otro lado del Volcán: Etzatlán, Tala... A esas no he ido. Luego Magdalena y cerramos el año en Tequila. Nadie vino. Se la perdieron el año pasado. Sólo Los Bomberos, Luis Delgadillo y Maya, Vania (hija adoptiva casi, casi porque se ligó a un tipo altote del rancho de Santa Teresa) y ya.

Como decía, es sábado, son las 12:00, y me hago el ánimo de empezar a trabajar, para terminar pronto, ir a la comida del bautizo de un sobrino de Maribel, ir a una boda civil y tal vez, ir a Amatitán. La vida es taaaaaan complicada.

Les debo la foto.

viernes, enero 11, 2008

¿Para dónde?

Todavía cargo la resca de 2007. A pesar de eso, han aparecido imágenes que me han levantado, me han invitado a abrir los ojos para demostrarme que vivo y recordarme todo el trabajo que tengo por hacer:

1. Me dicen que soy la mejor opción para padrino de bautizo (esa historia, si se hace, la contaré después).

2. Llego a un bar y una mujer rubia se me acerca, me pregunta si la recuerdo, confieso que no, me dice que fue a la presentación de mi primer libro, que lo firmé y que su hijo, ahora de 4 años, le pide que se lo lea todas las noches. "Gracias por contarme eso", le dijo. "No, gracias por acompañar a mi hijo", me responde, para después explicarme que ese librito está en la cabecera del chavito y que él dice ser el príncipe del cuento.

3. "Ah, se me había olvidado contarte", dice Marce. "A mi editora le comenté que te entrevisté para un reportaje y me dijo que compró Cuentan de algunas letras (el segundo libro), y que le gusta mucho a su hijo".

sábado, enero 05, 2008

Florea el árbol y llega 2008


Sí, qué bueno que terminó 2007. El pasado fue un año muy difícil para mí. Lo inicié con mucho miedo e ilusión porque me venía a vivir a Tequila, y por el asunto del tabajo. Al final, me di cuenta de que no había sido del todo fácil, en mi autoevaluación no quedé conforme con lo hecho, y hasta di un bajón feo en cuanto a ánimos. Pensaba en regresar. Luego me acordé que crecer duele. A los 10 años, lloraba todas las noches porque mis piernas crecían de repente, de un día para otro (por eso tengo estrías, jaja). Y de verdad, ir a un sitio desconocido, a aprender después de dominar lo que hice durante 10 años, debe ser difícil.
Este año, viene distinto. Justo hace 365 días, estaba conociendo a las personas que estarían a mi cargo. Hoy, tengo un montón de trabajo reorganizando todo y me siento más seguro de lo que quiero y tengo. Además, ya conozco montonal de gente. Tequila me ha adoptado.
De todo hubo en 2007, distancia, gente nueva, amores, desamores, desencuentros, madrizas, borracheras, fiestonones, mucha comida y siete kilos de más en mi cuerpo que han dejado una barrigota de casado sin que yo haya tenido los beneficios de serlo. En eso trabajo también, porque me hace falta volver a caminar y bajarle a la carne de cerdo (deliciosa y más cuando Macario la prepara).
Hoy me siento más planeadito, sé que la grilla es parte de lo de diario y que debo ponerle más atención a los asuntos políticos. Si no los conozco, me ahogo en el fango. A ver qué resulta.
En estos días, el árbol rosa de la plaza florea, sólo por unas semanas. Eso me recuerda a la jacaranda del Iteso (q.e.p.d.), que llegaba justo antes de los exámenes y las vacaciones. Finalmente, este es examen de vida. A ver qué pasa. Siento que me irá mejor y espero tener más clarito el corazón, para no hacer más daño ni recibirlo.

*Foto que tomé hace ratito en la plaza mientras bebía mi pachecada (tejuino con chela mmmm).