miércoles, mayo 30, 2007

A recapitular: ¿vivir para trabajar o trabajar para vivir?


Sí, Miriam me regaña porque traigo esto en la cabeza. Pero para resolver un problema, primero debo detectarlo. Estoy engordando. Ayer, mientras comía camarones en el Real Marinero (recomedable), Alicia me pidió que me terminara su parte y Maribel me ofreció más comida. Acepté. Admito que he caido en la tentación de la vitamina "T", y es que cuando vengan, deben ir a las tostadas de con Mago, las tortas ahogadas de acá son buenas y Macario hace un pozole delicioso. Para todo se come puerco.

Eso, unido a que cada vez me da más flojera caminar al trabajo, ha provocado que mi barriga crezca. Miriam, aunque lejos, me cuida siempre, y como me quiere mucho-bastante, también me regaña. Tiene razón, no tengo motivo para deprimirme por esto: es apenas una barriguita, pero también es bueno darme cuenta a tiempo, para bajarle a la carne, las grasas y aplicarme de nuevo con las verduras y el ejercicio. A caminar, como dice Sandra.

Hace una semana vinieron Lula y Carmen. Son dos señoras amigas mías y de mi papá por parte de los scouts. Me pidieron que las acompañara a ver lugares de acampado para el adiestramiento básico de este fin de semana. Vienen a acampar. Fue terrible y preocupante. Subí una pendiente y a los 30 metros ya estaba bofeando, además de que me dolió la espalda como nunca. Jamás me había pasado. Así que para disfrutar de nuevo lo que más me gusta, empiezo a recaputilar, a caminar, trataré de salir de campamento seguido y debo estar en forma para el campamento pendiente que tendremos el 30 de junio con los del Jamboree. ¿A dónde será? A El Salvador, desde luego.

En fin. También recapitulo para bajarle a la chamba extra. Al cabo que ¡avanzo lo mismo! Así que a trabajar para vivir. Nada más.


Estoy a la espera de los jefes para el campamento de este fin. También vienen Sandra y Carlos López de Alba. ¿Y los demás? ¿Para cuándo?


*La foto la tomé yo, es de El Salvador, en la sierra de Tequila.


lunes, mayo 21, 2007

Parte de mí

Va mi poema más nuevo. Espero les guste y pueden dejar opinión.

Parte de mí

ya eres parte de mi
piel
y no quisiera
arrancarte
dueles
eres como la costra
de una herida
y aunque tu aparición
fue así
de repente
donde todo fluyó
en aquel momento
decidí dejarte
que te quedaras
a pesar
de que mamá no quiso
que contigo fuera feliz
desde aquel día
que salías
de mi
nariz

(Mayo 2007)

miércoles, mayo 16, 2007

Conocí a Nestor, el de la carta

"Carta de Nestor. ¿Qué me dirá?". Estoy seguro de que al leer esta frase, la mayoría se acuerda de esa guitarra eléctrica tirándole a rocanrolera pero con canciones cursis. Y para los que les falle la memoria, se trata del inicio de una canción de Los Terrícolas que vinieron a Tequila hace unos días.
La mera verdad, yo no tenía la intención de ir a verlos, pero como mi jefe, tenía muchas ganas de ir y me invitó, pues ni modo de hacerle un desaire.
Fue en el Real Marinero, un restaurante de mariscos muy recomendable, por cierto. Fue el sábado por la noche y obvio, el local estaba lleno. "Llenaban donde se presentaban", me decía el jefe y luego recordé mi infancia en Gigantes, cuando Benita -quien nos cuidaba a Hugo y a mí a finales de los 70- ponía la radio y en ella anunciaban grandes bailazos en el Casino Real de Minas.
"No son los originales", me dijo cuando los vio. Y era obvio. Le expliqué que casi siempre se separan y uno de los músicos se queda con los derechos. En este caso, el vocalista. Conforme avanzaba la noche, reconocíamos la voz de Nestor. Una vocalista joven hacía aquella voz melosa de la muchacha que leía la carta, que estaba afuera de la escuela. "Hay luuuto en mi aaaaalmaaaa. El amooor que un díiia era mi alegríiia, era mi ilusióoooon...", escuché y entonces casi lloro, neta. Me acordé de la secundaria. Cuando Tere, mi primera novia, andaba con otro y yo me la pasaba chille y chille en casa, con unos audífonos sintonizados en Canal 58, mientras hacía la tarea por las noches.
Aaaah, qué recuerdos. Hasta esa noche me di cuenta de que Los Terrícolas me gustan. "Deja de lloraaar chiquiiiillaaa, deja de llorar mi amooooor", jeje.


* debo la foto.

jueves, mayo 10, 2007

A mis 32...


Ayer comentaba con Maribel, mi amiga de acá de Tequila, que me gusta trabajar cuando cumplo años. Así sucede hoy. Siento que cuando lo hago, garantizo que los próximos 365 voy a tener mucho qué hacer. También acostumbro, además de aprovecharme de los abrazos de mis amigas, estar un rato solo y escribir. Cada cumple , desde los 25, procuro plantearme un objetivo y trabajo en él con la idea de ser mejor persona cuando vuelva a cumplir. Así, los 31 sirvieron para publicar mi primer libro (y van dos) y para recuperar a mi familia (ahí vamos); los 30 fueron para perder el miedo y lanzarme (si tuviera ese mismo miedo no estaría en Tequila), y así hacia atrás.
Este año va a servir para trabajar en esa loquera o disfunción que acabo de descubrir. He platicado con Lili, mi hermana, acerca de esto y creo que es sano compartirlo. Tiene qué ver con mi vida sentimental y la manera en que he creado una barrera. Algunos de ustedes lo saben y han visto cómo me boicoteo cuando estoy cerca de establecer una relación: hago que me rechacen y luego las empiezo a atacar o bien, huyo y pongo muchos pretextos para no estar ahí. Así se han ido mujeres muy importantes en mi vida (Nandi, Martha, Miriam, Paula, Erika, Andrea, Martha, Celina, Ana). Así, si se han preguntado cómo, he llegado soltero a los 32.

Ahora, tener esta edad y seguir solterito tiene sus "asegunes":
*Los amigos y familiares casados me dicen, te envidio. No te cases. Entonces siento que hago bien.
*Esos mismos luego llegan y me dicen que su hijo ahora hizo esto, lo otro, que su esposa es lo mejor, que sin ella no son nada. Entonces me confundo.
*Cuando los cuates van a salir de fiesta, no dejan de invitarme, sobre todo cuando les acompaña la cuñada o las amigas solteronas. "Harían bonita pareja", dicen.
*Como quiera que sea, un soltero, a los 32, profesional, que vive solo, sin hijos, inteligente y no tan despreciable, se cotiza.
*"Chivo brincado...", escucho mucho en mi vida, con mucha insistencia, cuando saben que mis hermanos menores Hugo y César están casados.
*Cuando Acalli me dice "Tío Pancho", y cuando Grettel me dice "Pacho" o "Cotel", siento bonito.
*"Hay que ir de campamento", nos decimos Chino, Fausto, Mario, Raúl S., todos los scouts de entonces, y decimos que sí, que luego, pero nunca cuándo. Ya no somos los de antes, como dice Neruda.
*Tengo barriguita de casado y no lo estoy... Eso comprueba que ese término está mal.
*Es bueno saber que aparento menos edad de la que tengo.
*Es preocupante ponerse feliz por aparentar menos años.
*Sí quiero ser papá.
*Ya no puedo jugar Risk con mis amigos porque sus hijos se comen los muñequitos.
*Para salir a pistear con ellos, tengo qué pedirle permiso a sus esposas.
*Ya no como y bebo lo que sea, como antes. Ahora debo cuidarme de la úlcera.
*Vivo solito. No doy cuentas a nadie de nada. Aguuuuuuuuuuuusto.
*Tomo decisiones sin detenerme.
*Lo mejor de todo: soy rico y millonario por la cantidad de amigos que tengo, pero amigos de verdad y sobre todo por mi familia.

domingo, mayo 06, 2007

El Tío Cornelio de visita


Fin de semana ajetreado. Además de que en Tequila iniciamos el festival de Danzas de Conquista, nos cayó el Tío Cornelio García, el De Kiosco en Kiosco. Seguro algunos lo han visto. Incluso, entre ustedes, aseguran que soy yo cuando viejito, ajjajajajaja. Ya no sé si lo dicen por cómo lo arremedo o por ser, como dice él, algo así como Juan Charrasqueado por aquello de que: "de aquellos campos no quedaba ni una flor".
El caso es que vino, lo llevé a El Salvador para que grabara uno de sus programas y vaya sorpresa. Resulta que en aquel pueblo de la sierra de Tequila, el canal que mejor se ve es el C7. Y pues ahí tienen que todo mundo llegaba a saludarlo. "Vino Cornelio García", decían, y en efecto, su programa es de los más vistos por allá. ¿Qué tal?
Por la noche del sábado, luego de bajar de la sierra, el viejito se presentó el la PLaza Principal, donde cantó con el Mariachi Tradicional de don Rafael Arredondo mientras se tomaba un tequilita que le regalé. La gente feliz. Se sabían muchas canciones porque han de saber que acá gusta mucho la música coamilera, de esa de Las Jilguerillas, sobre todo en esa presentación donde se festejó el Día del Albañil.
Hoy, domingo, luego de unas chelas para curar la cruz y e un menudo blanco que desayunamos en el mercado, estuvimos en lo de las danzas y de ahí, derechito a la cantina de Don Javiercito. "Y cómo se llama esta cantina?", preguntó el tío Cornelio. "No tiene nombre", dijo Don Javier. "Pero le llaman La Capilla, porque entran caminando y terminan hincados".
Hablamos de los Hermanos Martínez Gil, de Javier Solís, de otros lugares que visitarán en dos semanas para hacer otros dos programas y lo pasamos rico, obvio, bebiendo una "batanga", bebida inventada por Don Javier que deben beber cuando me visiten. Salú!
*En la foto, Mario Robles "Huarro", productor de De kiosco en kiosco; Alicia Rodríguez, directora de Cultura de Tequila, el tío Cornelio y pos yo.

viernes, mayo 04, 2007

DOS MOTIVOS, ya tres



Hugo Acalli y Grettel son mis sobrinos.
Esta vez quise hablar de ellos porque me he dado cuenta de que son toda una inspiración para lo que hago. Acalli, hijo de mi hermano Hugo y Yolis, y Grettel, hija de César y Paty, me hacen reír mucho, me muestran cómo debo ver la vida y me recuerdan cómo era cuando era como ellos.
Acalli es un niño inteligente, muy bueno para hablar y sobre todo para razonar. Todo lo cuestiona y eso es muy de mi hermano. Por otra parte, es un niño religioso, muy como mi cuñada y según cuenta mi mamá, ya sabe el Credo a sus 3 años y medio. Lo interesante de que lo sepa es el asunto de la comprensión. "¿Verdad que no hay un solo Dios?", pregunta y empieza a compararlo con el Ángel de mi Guarda. Para él, el mundo es una gran pregunta.
Grettel apenas empieza a hacer frases completas, pero su risa es algo capaz de iluminar todo lo que le rodea. Es más inquieta y demandante, pero el alma de todo lugar. Además no le teme a nada y es capaz de perseguir a un chivo hasta acariciarlo. Es ruda como César (qué se puede esperar de la hija de un aspirante a luchador) pero de lo más noble como él.
Luego llega Zuleika, hermana de Acalli. Aún es peque, pero ya su carácter fuerte le pone un ingrediente especial a estos dos niños que me regresan a la mejor de las épocas, la del descubrimiento.
Sé que los adultos solemos ser papá, mamá o tíos cuervo, pero a mí no me gusta clasificar a niños en índigos, superdotados, especiales o con capacidades diferentes. Los niños son eso, niños y cada uno es diferente como individuo y en eso, como en todas las personas, radica lo fantástico. Yo sólo los pongo por lo mucho que los quiero.
*Agradezco a Paty las fotos. Son lindas. Me hacen sonreír y espero que a ustedes también.