jueves, agosto 20, 2009

Doce pasos

Hace varios años asistí a una sesión de AA. Se trataba de los 30 años (o algo así) sin beber, de mi tío abuelo. "Mi nombre es G, y soy alcohólico", dijo. "¡Ánimo G!", respondieron los compañeros que estaban presentes. Por el estrado vi desfilar a un hombre, a otro, a otro, todos hablando de los problemas que tenían o tuvieron, por su manera de beber. Y cuando hablo de problemas, me refiero a situaciones en las que cualquiera puede pensar que no se levantará jamás. Vi llanto, había risas, y mucho, pero mucho dolor.
Todos ellos habían hecho todo el daño posible a la gente que más amaban, decían que se extraviaron por completo hasta convertirse en alguien sin vida propia, incapaz de gobernarse, sin ese poder de decidir por sí mismos. Entonces yo volteaba a observar el salón con la esperanza de encontrar a alguien de su casa. Nadie. Ni su esposa, ni sus hijos, ni sus nietos. Ya después entendí que a todos los perdió por el alcohol. Sólo estábamos mi madre, mi tía y yo como familiares.
Esa noche viví una experiencia inolvidable y terminé admirando a G., así como a los hombres que asistieron, que se trataban como hermanos, y que mencionaron que habían sido descatados por él. Entonces valoré a esas personas que, sin embargo, en el pasado habían hecho mucho daño y pudieron ser juzgadas como lo peor del mundo.

Ya va a ser un año desde que decidí pedir ayuda para salir de un hoyo similar. Era tiempo de lluvia también, cuando me acerqué a Raquel para explicar que quería resolver una especie de disfunción que tenía para relacionarme sentimentalmente con las mujeres. Entonces confesé todo el daño que le he hecho a muchísimas y noté el daño que me he hecho también, al grado de perder el control y verme incapaz de gobernarme.
El proceso ha sido largo. He tenido que reconocer y enfrentar mi adicción a esta adrenalina que se produce cuando deseo conquistar a una, a otra, a la que sigue, y así, sin parar, hasta obtenter todas las relaciones sexuales posibles. Lo que seguía era escapar.
A gente cercana a mí le he explicado que por esta razón sigo solo. Y que por lo mismo, me he dedicado a echar a perder oportunidades con gente que me ama y que podría amar yo, al grado de lastimarla.
Mirarme frente al espejo ha sido duro. Muy triste. He encontrado a la peor persona que puedo conocer, he sido rudo conmigo mismo, y lo más difícil de todo, me he perdonado y he comprendido que de esos errores no tengo más que aprender y crecer. En esa búsqueda, en un rincón, encontré a mi niño olvidado y lleno de miedo, y me encontré a mi adolescente convencido de que va a fallar en todo lo que se proponga.
También me descubrí desarrollando un sistema perfecto en el que hasta yo me engañaba al hacerme creer que "quería" a alguien cuando en realidad mis fines eran otros. Todo esto, sin darme cuenta de nada; como dije, sin control. Quitarme la venda también ha sido terrible. Sin embargo, a pesar del dolor que he causado, de las mujeres que pueden sentir odio hacia mí por lo que hice, confesarlo y ofrecer una disculpa me está dando mucha paz (entiendo el enojo y el rencor que puedo producir y asumo mi parte).
La verdad duele, bastante, pero me doy cuenta de que la verdad absoluta, donde se incluyen las partes positivas y negativas, puede darme paz.
Quizás poca gente entienda este proceso. Seguido me preguntan por qué tomo esta decisión o aquella. Todo parece incongruente, pero lo que hago tiene un fin (al fin soy consciente de lo que hago) y comprenderé perfectamente si en el camino hay gente desencantada, decepcionada o molesta con lo que he hecho. Hoy prefiero ser honesto de verdad y confesar que he mentido en ocasiones, con el lógico riesgo de perder toda confianza. Hoy digo "no". Hoy le daré tiempo a quienes amo de verdad. Hoy sé que al final quedará la gente que siempre ha estado conmigo.
Estoy descubriendo que mi proceso no dista mucho de ser como el de recuperación de AA. Cito: 1. Admisión del alcoholismo; 2. Análisis de la personalidad y catarsis; 3. Reajuste de las relaciones interpersonales; 4. Dependencia de un poder superior; 5. Trabajo. Lo anterior se logra a través de los tan famosos "Doce pasos" (http://www.aamexico.org.mx/docepasos.html).
Esta noche siento la necesidad de hablarlo y compartirlo. Gracias. Esta noche, como ayer, como mañana, estoy contento conmigo.

"¿Estás en los doce pasos?", me preguntó una amiga. Sí. Soy Francisco y soy un adicto.

martes, agosto 04, 2009

Uno escribe

Acabo de encontrar este poema en La Manzana. Hace tres años, poco más, este periódico cultural dio inicio en Guadalajara con mi amiga Ingrid Valencia al frente, con Fernando de León en la edición. Desde el inicio me invitaron para encargarme de la sección infantil y la de artes plásticas. Desde entonces, el proyecto ha crecido y procuro no perderle la pista. Extraño colaborar con ellos.
Por otra parte, a Raúl Bañuelos lo conozco de más tiempo, a través de David "Negro" Guerrero. Se trata de un poeta en toda la extensión de la palabra y desde hace mucho me gusta leerlo. Esta vez, con este texto, me abrió los ojos de muchas formas. Supongo que el fin de la poesía es tocar el alma con la voz. Éste lo consigue conmigo.

Uno escribe
Raúl Bañuelos

Uno escribe porque fue niño
y aprendió a escribir en los cuadernos
y en las cosas

y porque ya está crecido teniendo asombro
por las cosas que viven y por las que mueren

Uno escribe porque la muerte vive
y lo carga en hombros por el camino

y porque la vida está viva
como quien la siembra de su agua
y su sol constantemente

Uno escribe porque es incapaz de cantar como
ciertos pájaros
y canta a su modo

Uno escribe porque la luna permanece
entera ciertos días

Porque hay mar y dónde
poner los pies en la tierra

Uno escribe por el ojo de una aguja

desde el ojo de un águila

a causa de uno ojo de agua
Uno escribe porque un día
leyó un poema quechua: “Se supone que
debo
partir hoy.
No iré. Iré
Mañana. Cuando parta me verán
tocando una flauta de huesos de mosca;
una tela de araña será mi bandera;
un huevo de hormiga será mi tambor
y mi sombrero el nido de un colibrí”.

Uno escribe por el viento
que le dice cosas al oído

por las paletas de fresa y los deshielos,
por los gajos de naranja y las abejas,
por los creadores diarios del mundo
más directos y visibles.:

el albañil que carga en los ladrillos y en la
mezcla
la materia cercana al universo,
el zapatero que junta en sus manos
distancias imposibles,
el campesino que suda en su cuerpo los cansancios
del alma propia y ajena,
la obrera que deja en la fábrica años
de lucidez y locura

Uno vive por la herida que despierta el sueño
por las moscas que hacen velar la herida
porque la luz es siempre ella misma
y no agota nunca su gracia
de hacernos ver las cosas

Por Dios, la libertad, la alegría
por todo lo que sabemos
por lo que hace falta

Por el lápiz con que escribe
escribe uno