lunes, septiembre 24, 2007

Hasta una orilla de Jalisco





Tiene mucho qué ver con mi manera de ver la vida. Mientras algunos amigos me cuentan de los viajes a un país, del Caribe, de Europa, de más allá, yo me quedo con mis caminatas, con las salidas de campamento, con horas y horas de andar; actividad que, por cierto, me fui perdiendo en la medida que me hice más adulto (en el peor sentido de la palabra).
Este fin de semana, tuvimos una salida de esas que acostumbra mi jefe. Él me recuerda a mi papá cuando de un arranque decía por la noche: mañana los quiero levantados a las 6 porque nos vamos al mar, ahí nos veían, corre y corre buscando la ropa y todo lo necesario para salir. Esta vez, nos fuimos a la sierra de Tequila. Sí, ya había hablado de El Salvador que está en la sierra, pero en este caso me refiero a la sierra de la sierra, donde sólo hay bosque y montañas, y los caminos cruzan y vuelven -en un par de curvas- a otro estado (en este caso, Zacatecas).
Salimos en camionetas a El Salvador, por Amatitán. Luego de pasar por ese pueblo, obligado para llegar a aquella zona de la sierra, salimos hacia el Norte para encontrarnos dos horas después en un rancho llamado Plan de Robles, donde al pasar una cerca estábamos en Zacatecas, y la mera verdad, me di cuenta de que no hay como Zacatecas para hacer del cuerpo.
En aquellos lugares se acostumbra hacer gorditas en hojas de roble, como los que probé por primera vez en casa de mi amigo Fredy, y uno no deja de comer esas delicias. También me tocó ver que mi jefe sí sabe ordeñar y bebí leche calientita y sin hervir, bajo riesgo de chorrera, pero la naturaleza me trató bien.
Durante el viaje, no dejé de impresionarme y cuando pensé que estaba en el mejor lugar del mundo, había uno mejor, luego otro y otro. Veía sitios y recordaba a mis amigos-hermanos, y pensaba en llevarlos algún día para acampar. "Por este camino se sale a Florencia", me dijeron en algún momento, y recordé a mi hermano Hugo y a Yolis (ella es de allá) y caí en la cuenta de que podría caminar de El Salvador hasta allá y que haría alrededor de un día y medio en llegar. Tentador.El domingo nos fuimos a Rancho NUevo, por Las Azucenas, la última comunidad del municipio de TEquila. PAra ser exactos, nos encontrábamos en el cuello de la cabecita de Jalisco y recorrimos el camino que probablemente se haría para llegar a Huejuquilla sin salir del Estado.
Allá comí la mejor birria que he probado en mi vida y hablé con mis amigos Noé y Juan Carlos, como lo hubiera hecho con los de los scouts. Mario, Fausto, Chino, Luis, Hugo, ellos entenderían esto (si usted, querido lector, se considera de poca resitencia a lo asqueroso, salte el siguiente párrafo):

¿Saben? para ir a obrar, es necesario seguir el camino de la caca de vaca, entrar a su corral, salir de él, bajar una vereda donde, conforme das un paso, el topo que vive en nuestro estómago, empieza a trabajar más rápido y acomoda todo el material, lo prepara para salir. Si ves la calavera de la vaca en el árbol, has llegado a la zona de descarga. EL siguiente problema es el sitio indicado. Déjate llevar por la mosca verde, ella te dirá: aquí es, y verás que cuentas con todas las condiciones para hacer bien lo que vas a hacer. Al terminar, la naturaleza se encargará de lo tuyo, pues aparecerán miles de bichos que se lo llevarán.... Como pueden notar, casi casi es como leer Las Enseñanzas de Don Juan, un camino místico.

También en ese rancho nos dieron gorditas. Me detuve a ver la sierra, la barranca. Al otro lado viven los wixaritari (huicholes) y pensé mucho, recordé que salir a sitios así equivale a acercarse a Dios y guardar silencio es como escucharlo. Hoy vengo un poco quemadito, me duelen los huesos, como cuando iba de campamento. Mi mente se llena de un paisaje, de otro, de una parvada de pericos, de los chivos, de la ordeña, de un jardín botánico natural, con cactáceas y mezcales de diveras especies, de un campo lleno de flores, del aire fresco, de un espíritu que se llena como hace mucho no lo hacía.
No sé cuándo regresaré, pero el trabajo me lo permitirá y espero llevar a más de alguno de mis amigos.

sábado, septiembre 15, 2007

Entre sones de mariachi y sones jarochos



Entre tantos asuntos, donde los Festejos Patrios se nos han venido encima, se me ha pasado el tiempo y varios detalles por contar se quedan atrás. Habrá tiempo para hablarles de la visita de mi amigo Mario, donde volví a caminar entre matorrales con él, como hace 10 años, y donde tuve la ooprtuidad de bajar una pared de 80 metros. También falta la visita de los mariachos Vargas de Tecalitlán y de América de don Jesús Rodríguez de Hijar, y algunos otros sucesos que vale la pena contar.
Hoy, 16 de septiembre, me doy cuenta de que a pesar de la distancia y del tiempo, hay lazos que no se rompen entre algunas personas, a pesar de lo fugaces que pueden ser los encuentros. Esta mañana, en medio de todo el trajín que tengo al preparar los festejos para el Grito aquí en Tequila, donde por cierto se va a poner muy bien, me acuerdo de manera insistente de un grupo de amigos. Desde ayer recordé que hace algunos años, Los Cojolites llegaron a Guadalajara para hacer un taller en el Globo Museo del Niño de Guadalajara, y a presentarse en la Plaza Liberación el mero 16 de septiembre.
Siempre ha sido agradable verlos. Me acuerdo mucho de los tequilas en casa de Luis Delgadillo, una noche musical y de hermandado como pocas he tenido. También vi a un jaranero nacer, en el hijo de Noé, líder del grupo y esposo de una mujer realmente bella que zapatea divino. Ir a Lagos de Moreno a verlos en una función, me reconfortó en un momento difícil, y el hecho de que me acompañaran a una conferencia de plástica en Casa de Ensueños, fue un gran aprendizaje para mí. Entonces era cumpleaños de Saúl.
Este día sirve como pretexto para sentirnos más mexicanos, algo que debemos hacer todos los días al ser mejores personas que ayer. Este día, también empiezan a sonar mariachis en todas partes, pero me gusta recordar que ser mexicanos nos hace tapatíos, regios, oaxaqueños, chilangos, y por eso es que ha pasado por mi mente, con mucha insistencia, el son jarocho contemporáneo de Los Cojolites.
Hace unos momentos los busqué por internet y encontré su "space", donde anuncian la próxima presentación de su segundo disco, esperado por tanto tiempo.
Para pasar una mejor noche de Grito o para cualquier momento agradable, pueden entrar a:
http://www.myspace.com/loscojolites
Allí los podrán conocer, escuchar y ver, para después seguirles la pista.
Hermanos Cojolites, si llegan a leer esto, se les extraña. Ojalá pos podamos traer de regreso a Jalisco y sobre todo a Tequila, donde está su nueva casa.

*La foto es la invitación a la presentación de su disco.

domingo, septiembre 09, 2007

Adiós Jaque, me saludas a Leo


Seguro se enteraron muchos a través de las noticias. Jaque se fue a buscar a Leo, quien hace un año murió en un accidente carretero. El miércoles hablé a El Informador para darles la mala noticia y Aurora, mi editora, me pidió que hiciera la entrada de la nota. Aquí reproduzco lo que envié.


A un año de la pérdida del titiritero Leonardo Santillán, su esposa y compañera fallece en un accidente de vialidad

Dicen que hay historias de amor así. En ocasiones, las ganas de estar con el ser amado van más allá de la vida y los deseos se conceden. Desde ayer, Jaquelina Franco acompaña a Leonardo Santillán mientras deja este mundo, donde los dos compartieron sueños, proyectos de trabajo al frente del grupo de títeres y los primeros años de sus tres hijas.
Hace un año, la comunidad titeril y cultural de Guadalajara, se conmovió por la sorpresiva pérdida del líder de El Tlakuache, en un accidente carretero. La unidad entre los titiriteros y teatristas no se dejó esperar ante su pareja, Jaquelina, quien se mostró fuerte en todo momento. “Tengo que hacerlo por mis hijas”, decía entonces a quienes se le acercaban. Incluso, la incertidumbre que al principio rodeaba al grupo acerca de su desintegración, dejó de sonar conforme pasaron las semanas y éste, con el soporte de Ionathan Ruiz y su hermana Tania, continuó renovado.
Ayer, terminó un capítulo de la historia de amor, a la que le sobreviven las niñas Odette, Vivian y Frida, quienes pueden contar cómo se encontraron, se despidieron y volvieron a encontrar Jaque y Leo.

Adiós Jaque, gracias por los ratitos de risa, la plática sabrosa, la noche estrellada de Tapalpa en compañía de El Juguetero, por haberte conocido. Besos. Me saludas a Leo. "Te toca", como dijera Dolores.
*
Va toda mi admiración y apoyo desde acá para Ionathan, compañero de Leo y Jaque, y encargado de llevar toda esta carga, y por Migues también, porque le ha tocado parte de esto.
*En la foto: Leo Santillán, Jaquelina Franco y Ionathan.

jueves, septiembre 06, 2007

Radio Kiosco


Por las mañanas, la Plaza Principal de Tequila recibe a los trabajadores del Ayuntamiento. "Eres alta y delgadita tu cintura me provocaaaaa...", se escucha mientras algunos de ellos desayunan unos tacos de frijoles con queso que traen sus esposas. Antonio Aguilar hace su aparición desde unas bocinas que están en el kiosco y amenizan el paso de la gente que va al trabajo.
Casi todo el día, el lugar se llena de música. Javier Solís, el órgano melódico de Juan Torres, Jorge Negrete, Napoleón y el Mariachi Vargas de Tecalitán, esperan su turno. "¿Quién pone la música?", me han preguntado, y hay quienes lo hacen para quejarse, mientras otros casi quieren agradecerle. Es cuestión de gustos.
En la presidencia hay un policía que vigila el ingreso. Es el único que tiene llave para la bodeguita que está a un costado de la puerta, y en ésta se encuentra un reproductor de discos. Sí, él es el "diyei". "Me gusta poner música mexicana, para que los visitantes se pongan alegres", dice, y digamos que es uno de los personajes invisibles de este lugar que me gusta. De verdad, sentarse en la plaza para escuchar "Radio Kiosco", es placentero. El poli sabe que me late eso, y por eso ya me dijo que le puedo llevar los discos que quiera. A ver cómo me va de programador.
Además, ahora que arreglaron el lugar muy patriótico, pues ya se imaginarán.


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Hay días en los que escribir es una enorme necesidad. Hoy, después de un mes sin atender al blog, he vuelto, y espero no dejarlo tanto otra vez.

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Por cierto. Todos están invitados a celebrar las fiestas patrias aquí. El 12 viene el Mariachi Vargas de Tecalitlán, y el 15 será el Reto Tequila.


*La foto es del kiosco de Tequila, obviamente.