martes, agosto 24, 2010

Cementerio

Este texto es resultado del Rally de Poesía que organizó la UdeG el 23 de junio. Al azar, debía elegir una palabra y escribir de ella en primera persona. Entonces, me tocó "CEMENTERIO" y debía hacer un poema hablando como si yo fuera él. Les dejo el resultado.

Cementerio

O Rosario
llora sobre mí
o Clemente
llora sobre mí
o Piadosa
llora sobre mí

Todos se abandonan
se buscan en su pasado
reniegan
suplican
recuerdan
reclaman
exclaman

Todos
también tú
se cobijan
con las raíces del sauce
y así
más vivos que nunca
para siempre
se hospedan
en cada una
de mis habitaciones

domingo, agosto 08, 2010

Cuando estaba en la secu...

  • Todavía le iba a las Chivas... Hace años que dejé de cagar bolitas.
  • Alguien decía: "Despiertame cuando pase el temblor"... Ni cómo despertarlo ahora.
  • No sabía bailar y hasta se rieron de mí cuando lo hice... En la actualidad, me piden que baile. Nada más me falta fichar.
  • En las tardeadas, muchas se quedaban sentadas, esperando que alguien las sacara a bailar... Sin duda que si fuera el de hoy, bailaba a todas.
  • Me gustaban muchas... Hay defectos que vienen de fábrica.
  • Durante varias clases me quedaba dormido en el mesabanco, aprovechando la espaldota de Dámaso... Dormir siempre fue un buen hábito.
  • Nos dejó de tarea la maestra Connie hacer una entrevista. Yo no la hice, la inventé porque me daba vergüenza hacer preguntas... No sospechaba que en el futuro viviría de eso.
  • Usabamos trapper kepper en lugar de cuadernos... ¿Ahorita usaríamos netbooks?
  • Hombres G era un hit porque usaban la palabrota "mamón"... Ahora el hit han de ser los corridos de Miguel y Miguel, Los Cadetes de Linares o Grupo Marrano por otras "palabrototas".
  • Calzábamos los top sailer y calcetín blanco que estaban de moda... Yo creo que eso se vería bien ahora nada más en un antro gay (con todo respeto).
  • Nos obligaron a aprendernos el espantoso himno de la escuela... Estoy seguro de que si lo escuchamos ahora, nos ponemos a chillar de la emoción.
  • Ardía con ganas, pero era in peinarnos con Súper Punk... Yo creo que eso no vuelve a salir al mercado por tóxico.
  • No había nada tan liberador como martillar con fuerza en el taller de Soldadura y Forja... Nunca imaginé que años después hubiera algo especial con Andrea S., que estaba allí.
  • Era bastante infantil y eso me traía problemas o rechazos... No crecí tanto, seguí siéndolo y eso me trae beneficios. De eso vivo.
  • Ya escribía en una libretita (que sabe dónde quedó) mis piensos... Ya lo hago de manera cotidiana, como parte de de mi oficio, y tengo poco más de 10 años registrados.
  • Pasaba horas en el teléfono. Recuerdo haberme quedado dormido platicando con Laura... Ahora las horas las paso en el chat.
  • Le sacábamos el hilo a los pantalones para traerlos rasgados... Creo que los que ya son papás y mamás ya le saben a la costura y hacen lo contrario.
  • Los hombres nos preocupábamos de que no se nos vieran las constantes erecciones a la menor provocación... ¡Sí, hay cosas qué extrañar! Ya no somos los mismos.
  • No me daba risa tirar una regla... Hoy: tiro una regla, no me río (para mis compañeros, in memoriam para Gremlin).

Había, hace mucho tiempo, la Técnica 4



Hace días que mi mente se pone en flashback. Parpadeo y aparece el taller de soldadura, lo vuelvo a hacer y huele a chicle de sandía, de nuevo y aparecen las butacas verdes con adolescentes que visten una camisa blanca con cuello a cuadros café. Veo el patio principal, las canchas, la pared pandeada de tanta patada que le dábamos todos al pasar, el edificio de cuatro pisos, el auditorio que en una de sus gradas tiene un hoyo en forma de triángulo, y aparecen rostros.

Todo ha sido provocado por una fotografía que me llegó vía Manuel Santos por facebook. ¿Por qué no tengo esa fotografía mamá? Pues porque eras muy sangrón en esa época, me responde ella. No quisiste anillo ni fotografía ni nada. No querías nada. Es verdad.

Manuel Santos me pone en contacto con Érika Topete y Alicia Flores (convertidas en unas señoras guapísimas) a través de esta comunidad virtual. Con Alicia establecí contacto antes y no recuerdo cómo, lo perdí, a pesar de que lo pasamos genial y coincidir tanto. Fue hace cinco años, me recuerda ella. Nos encontramos en el sótano de la Gandhi mientras le recomendaba títulos a un niño. En ese momento ella bajó, sonrió y me reconoció. El niño era su hijo. Hoy quiere hacer cine, me dice. Luego de esa vez, celebramos su cumpleaños en lo que era una sucursal del Madoka en Providencia. Nos amanecimos cantando con su familia y con Ximena Itzel (al cabo que ni me gusta).

El caso es que luego de esto, hace unos días, me encontré con más gente en el "feis": Laura (tomamos algo con Dámaso en Las Palomas hace años), Suro, Juan Palacios, Ramón (que estaba en Secretaría de Cultura hace años), Pepe (a quien vi en el Iteso), Hans, Germán (a quien vi la última vez en un partido del Atlas), Adriana, Rocío... Y etiqueté a Pamela (la primera niña que me rechazó, hoy bailaora) y a Mario Torreblanca, a quien localicé en el hi5 y luego vi en un bar de La Condesa (igualito).

Aparecen muchas historias guardadas en la bolsa trasera del pantalón, allí, donde se olvidan hasta los billetes de a quinientos. Me fui a Tequila y perdí contacto con Dámaso (a quien me encontraba en conciertos de jazz o exposiciones) o con Heriberto (con un corazón y un niño interior vivo que la última vez que lo vi, me impresionó), y de muchos más no he sabido nada.

Esa foto la quiero como recuerdo porque es mi primer grupo aquí, decía la maestra Concepción Pérez. Ella y Ocampo, son los profesores que más influyeron en mi formación durante la secundaria. Quizás porque salieron del canon establecido y decidían ir más allá de lo que dicta la educación común. Así de simple: por una escribo y por el otro pienso.

En la foto, abajo y en medio, aparecen casi juntas dos niñas que me gustaban: Pamela (sujetando el "3o. I") y Teresita (a la derecha de Laurita que tiene el "MAT"), quienes por cierto se pelearon entonces por un guitarrista mayor de edad que nosotros. No veo a Alicia y a Ximena (también ella me gustó, pero casi nadie sabía) y está por ahí Quiroga, a quien vi en el cine en marzo y me platicó lo de la muerte de Adrián "El Gremlin". Observo a mis compañeras en fotos que se tomaron hace poco, en reuniones que no asistí. Son mucho más bonitas que entonces. Más rostros, más rostros, más historias. Muchas más. Podría no dejar de escribir de ellas.

Nunca dije, ni diré, que aquella fue mi mejor época. La sufrí mucho. Entonces empecé a delinear rasgos de lo que soy ahora y, obvio, no encajaba con la mayoría, aunque había excepciones raras como Manuel Santos (también scout, pero del 26) y Antolín (un buen lector que además oía a Los Beatles). Yo era diferente a los demás en gustos y modos de ver el mundo. Siempre digo que mi mejor momento es el actual. Quizás porque ahora puedo acomodar todo el pasado en su lugar correspondiente.

Claro que me llega la nostalgia, pero cuando fui maestro de secundaria recordé perfecto que no me gustaría volver a vivir ese tiempo tan difícil. Yo ya pagué la factura. Sin embargo, recordarlo me anima a escribir esto y, quién sabe, quizás más para este blog o para algún otro proyecto.

*En la foto, todos, yo estoy en... "¿Dónde está Wally?", jajaja. A ver si me encuentran. Agradezco a Santos la imagen y a Pao que la haya arreglado para que se viera mejor.

domingo, agosto 01, 2010

de-des-amor

los voces internas gritan susurran que todo está bien que estoy bien que no pasa nada que no debo preocuparme que todo tiene solución que un error que dos que tres que diez que mil no son suficientes para decir que todo acabó que siempre me puedo levantar y que el corazón el mio el de todos el de todas es un músculo que sana con el tiempo que es normal que sufra un desgarre un esguince y que si está así de expuesto es porque para eso es para darse para tirarse y recogerse aunque también para curarse

eso no es amor me dicen ya llegará me dicen no era la indicada me dicen ella vale la pena me dicen no me gustaba para ti me dicen mereces más me dicen no me mereces me dicen no quiero hacerte perder tu tiempo ni el mío me dicen quiero tener una vida contigo me dicen quiero un hijo tuyo me dicen qué decepción me dicen esperaba más de ti me dicen no te puedo esperar me dicen me gustas me dicen quiero a otro me dicen te deseo me dicen ellas sólo buscan quién las proteja me dicen no te hagas tonto todas nos parecemos todas tenemos las mismas cosas en el mismo lugar me dicen eres un mentiroso me dicen no las entiendas ámalas me dicen quisiera a alguien como tú me dicen y también no me dicen nada

y encuentro que a diario me engaño pero también a diario me digo que no hay problema que soy buena compañía que la felicidad no es una persona un bebé un perrito un periquito un lugar un premio un buen sueldo un instante de compartir piel una borrachera una película una canción es más ni siquiera es una noche de campamento la felicidad es algo que tengo integrado pero que me empeño en ocultar y que sí lo admito hago aparecer a convenciencia pero ahí está aquí está en este espejo que ahora lees