Rocío Coffeen, con quien he trabajado desde hace años en el suplemento Pingo de El Informador, fue la encargada de una de las ilustraciones de Tantanes para TITANES. A ella le correspondió hacer la imagen del texto escrito por Tessie Solinís: "Esta era una niña tannnn, pero tannnn feliz, que ni un cielo gris la ponía triste".
Tessie dice estar feliz y que al ver el resultado quedó conmovida hasta las lágrimas. En serio lo dijo. Y que a Inés, su primera bebé, le gusta también.
Rocío, por su parte, también acepta que pintar en la calle es una gran experiencia, y aunque había pintado mural antes -en Globo Museo del Niño de Guadalajara- hacerlo en la calle le permitió tener contacto con la gente. "Un señor viejito se acercó", platica ella. "Y preguntó qué era lo que hacía y le dije que era una pintura para niños. '¿Para niños?, respondió. '¿Y para los viejos como yo no? A mí también me gusta'. Poco después regresó con unas ciruelas y me las regaló". Y en verdad, así fue, las ciruelas eran amarillas, jugosas, pero se las comió y no me invitó.
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