viernes, julio 20, 2012

Todo fain con Juan Cirerol



“No le des mucho tiempo al destino / sabes que no existe otro camino / mientras yo me voy de aquí / ¡ay te dejo estas molestias! / ¡sabes que me gusta la Metanfeta!”, canta Juan Cirerol. El Salón Púrpura está casi lleno, algunos corean, otros intentan bailar algo que no saben definir qué es. “Es como el Bob Dylan mexicano”, opina alguno. “Es más Johnny Cash”, dice otro. Eso explica por qué abrió el concierto una persona que interpretaba a Bob Dylan. Pero, ¿no hay muchos que quieren parecerse a él? Entonces, ¿qué tiene de auténtico o de especial este Juan Cirerol? ¿Cómo es que él solo, con un bajo sexto y una armónica ha conseguido tantos seguidores y el visto bueno de empresarios o críticos como para llevarlo al Vive Latino e incluirlo en la lista previa de los Grammy Latinos como Best New Artist? Incluso vi un video donde Alfonso André (Caifanes) lo espera como fan para tomarse una foto con él.
“Soy cantante de taquería”, dice. Y su personalidad ayuda, claro está. Hace entrevistas borracho, admite que se empastilla, tiene una canción donde habla de rolar la mota, pero, ¿es eso? Él mismo da respuestas. Cita a Cornelio Reyna y en efecto, no hace la voz como Dylan ni como Cash, sino como el vocalista de Los Relámpagos del Norte. Y aunque se nota la influencia de la música country, rasguña el bajo sexto (instrumento que se usa para la música norteña) muy al estilo de Miguel y Miguel, mientras con la armónica busca sonidos similares a los del acordeón de Ramón Ayala. Entonces, ahí encontramos cómo se arma este cantante que no oculta usos y modismos chicallis, con letras que tienen algo de Jaime López y del desconocido César Hernández “Chícharo”. ¡Qué mezcla!
Claro está que, como con la música que encuentra el hippster, la idea del norteño se queda en Los Tigres del Norte y eso se observa también en la versión deslactosada light de Troker (¡estupendos músicos!, y lo digo en serio) que no cuentan con esa formación arrabalera o sierreña que sí se puede notar en grupos como Colectivo Nortec o Kinky.
Escuchar a Juan Cirerol es contar con una esperanza de que algo nos salva del rock afresado que escuchamos por todas partes, y no hay más que comprender que los ingredientes ahí están, como en una cocina. No hay nada nuevo.
“Todo está fain”, diría este músico luego de beber una caguama bañado en sudor.



1 comentario:

Anónimo dijo...

que fregon , ya no me acordaba de esos lugares en mi ciudad magico video